Vacaciones con COVID, más caras de lo que imaginas
Jess Collins | Opinión
Semana Santa es uno de los periodos vacacionales más esperados por los mexicanos y al estar ya a la vuelta de la esquina, seguramente muchos ya están haciendo planes para viajar o para ir a la playa, reunirse con algunos amigos o ir a visitar a la familia.
Pero antes de que haga sus depósitos para pagar el vuelo o el hotel, le quiero invitar a que haga bien sus cuentas para que no se quede corto de dinero: Ya que apartó sus boletos, su cuarto o su AirBnB, ya que presupuestó sus comidas, paseos, transporte etc., por favor también piense en si tiene forma de afrontar los gastos de una enfermedad como el Covid.
Porque es un hecho que después de este periodo vacacional, el número de contagios de Covid-19 va a aumentar, esto va a provocar que de nuevo los hospitales se saturen por lo que no podrán atender a todos los pacientes que necesiten ser internados, por lo que estos pacientes tendrán que afrontar los gastos de compra o renta de oxígeno; sin embargo nos enfrentaremos al aumento de demanda de tanques, por lo tanto la escasez, y luego entonces la alza de precios.
Recordemos que en escasez los tanques de oxígeno llegaron a costar más de 20 mil pesos y esos hay que rellenarlos cada tanto (dependiendo de la necesidad del paciente) o si lo renta, el cobro es por día. Sabemos también que suelen quedar secuelas, esto conlleva a medicamentos a largo plazo, rehabilitación etc.
Y no es por exagerar ni alarmar a nadie, es por hacer conciencia. En enero los repuntes se hicieron visibles luego de las reuniones familiares por navidad y año nuevo; y todo lo anterior: la escasez, los altos precios y las muertes, fue una realidad. Pese a las advertencias de las autoridades sanitarias, las posadas y los viajes parecía que no podían esperar y aún seguimos viendo las secuelas de esa temporada.
Entonces, sólo me queda pedirles que no sigamos cometiendo los mismos errores, evitemos aglomeraciones, subirnos a un avión donde pasaremos horas con más gente que no sabemos si realmente se cuidan o si tienen el virus y son asintomáticos. Puede hacer planes dentro de su misma ciudad, salga a andar en bicicleta, en patines, pida comida para llevar, organice juegos con sus hijos o videollamadas con sus familiares más lejanos. Y sobre todo use el cubrebocas al salir y limpie constantemente sus manos.
Si aún así decide salir, hágalo de forma consciente, sabiendo que puede haber consecuencias. Al regresar de su viaje no visite a nadie, aíslese unos días para asegurarse de que no presenta síntomas; si está en sus posibilidades hágase una prueba para mayor tranquilidad de usted y de los suyos. Y por favor, a cualquier síntoma extraño que tenga: fiebre, malestar en el cuerpo, diarrea, tos u otro avise en sus centros de trabajo para que se pueda poner en observación unos días o a la gente con la que haya tenido contacto.
No bajemos la guardia, recuerde que aunque los adultos mayores estén vacunados no están exentos de contraer el virus, será sólo hasta que la segunda dosis sea aplicada y asimilada por el cuerpo que tendrán una protección; es decir, lo podrán contraer pero será menos probable que resulte mortal para ellos.
Sigámonos cuidando entre todos.