¿Un sueldito de 30 mil pesos?
Recientemente la comediante Sofía Niño de Rivera estuvo en el ojo del huracán debido a una declaración que hizo enojar a muchos, y es que, durante una entrevista, se quejó del “terrible” sueldo que tenía al trabajar en una agencia de publicidad en sus inicios: solamente 30 mil pesos mensuales a sus 28 años. A esto añadió que para seguir su sueño de ser estandopera, tuvo que vender su auto para poder pagar su renta en La Condesa, pues sus padres sólo le dieron para un curso en Nueva York.
Esto no sólo provocó que los internautas reaccionaran mayormente con enojo, sino que revivió una situación similar en la que se encontró el ahora gobernador de Nuevo León, Samuel García. Pues también declaró en una entrevista que conocía a gente con “suelditos” de 40 o 50 mil pesos y eran felices. En aquella ocasión pudimos encontrar muchos memes y ver el disgusto por parte de la población, pues una cantidad así no está al alcance de muchos.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del segundo trimestre de 2021 se registró un total de 57.7 millones como población económicamente activa, de los cuales sólo el 6% de los trabajadores que se encuentran en un trabajo formal ganan más de 15 mil pesos mensuales.
Por otro lado, en la encuesta del 2019, antes de que surgiera la emergencia sanitaria, se explica que del total de la población económicamente activa de ese entonces (54 millones 152 mil 266), un gran porcentaje (17 millones) recibían entre uno y dos salarios mínimos y sólo 1 millón 741 mil 491 ganaban más de cinco salarios mínimos al mes.
Es decir, que la comediante se encuentra dentro de ese mínimo porcentaje que tiene un sueldo considerablemente alto, y es por esto por lo que el resto de la población que percibe un salario mucho menor a eso consideró sus declaraciones un tanto insensibles.
Y lo son, pero también hay que reconocer que cada uno habla de lo que conoce y que cuando te toca vivir en cierto contexto, es difícil imaginar la situación de otras personas. Por supuesto nos toca informarnos para evitar hacer comentarios que puedan resultar hirientes u ofensivos para la mayoría de los mexicanos; sin embargo, lo cierto es que esos sueldos no son culpa de la estandopera, sino de un sistema que por muchos años ha sido desigual.