Saltos en el tiempo… de palabra en palabra
Ileana Quiroz | Opinión: Mundo y cultura
Frantz Fanon era un escritor, psiquiatra, filósofo y revolucionario, que decía que «Hablar un idioma es asumir un mundo, una cultura» y si pensamos que una persona como él pensaba esto, podemos asumir que esta aseveración es correcta. Imagina que Fanon nació en la soleada y ocupada isla de Martinica, una colonia francesa en esa época. Además, creció en la multietnicidad, ya que su familia estaba compuesta por una mezcla de africanos, tamiles y blancos.
Es fácil imaginar al joven Frantz escuchando en reuniones familiares sobre las tradiciones de sus antepasados y no sólo contadas como anécdotas, sino recreadas con palabras usadas en su idioma original, cuyo vocabulario se quedó y se paso de generación en generación. Pero… si lo pensamos bien ¿Quién no ha tenido esa experiencia?, no hace falta viajar geográficamente para poder explorar otros mundos. Con tan sólo dar un salto en el tiempo, caeremos en los recuerdos, de por ejemplo, la abuela diciendo que la ropa que no se “orea” (ventila), se “aposcagua”. Una palabra proveniente de la lengua mazateca, relacionada con el maíz, y que quiere decir que huele a algo echado a perder.
Te das cuenta que sin salir de casa, podemos hacer un viaje al pasado y conocer las culturas originarias de nuestro país. Además, es una excelente oportunidad para recordar, valorar y preservar estas palabras que nos remiten a nuestra propia historia. Porque regresando a lo que dice Fanon, los idiomas reflejan un mundo, una cultura, pero ¿qué pasa cuando se extingue una comunidad, una etnia? Ya no hay nadie que pronuncie las palabras que conforman su idioma y esto quiere decir que sí, efectivamente una porción de nuestro mundo se borra, se acaba, desaparece para siempre.
Así que, consideremos el sentarnos a escuchar a los nuestros, como una alternativa para viajar en tiempos de pandemia. Que las palabras sean alas, que nos lleven a los territorios de nuestra propia historia.