Maria Sibylla Merian, la mujer que convirtió la ciencia en arte
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Aunque ignorada durante mucho tiempo, Maria Sibylla es considerada actualmente como una de las más importantes iniciadoras de la entomología moderna, gracias a sus detalladas observaciones y descripciones, con ilustraciones propias, de la metamorfosis de las mariposas.
Nacida en Frankfort el 2 de abril de 1647 e hija de un conocido artista y grabador, Maria Merian aprendió en el taller de su padre técnicas de dibujo que le permitieron pintar todo tipo de flores, frutos, pájaros y en particular insectos: orugas, moscas, mosquitos y arañas. Este aprendizaje propició la entrada de la joven Merian en el ámbito científico, pues sus dibujos reflejaban una gran capacidad para detectar y plasmar los finos detalles de lo que observaba.
Tras casarse con un pintor se mudó a Nüremberg donde se dedicó a hacer lienzos que después vendía. Allí también reunió a un grupo de jóvenes mujeres a las que enseñaba a observar y dibujar. Juntas llevaron a cabo diversas innovaciones con las que lograron tratamientos que volvían sus telas más duraderas y sus dibujos más resistentes al lavado.
Tras divorciarse, tomó a sus 2 hijas y se mudó a Ámsterdam donde abrió un nuevo taller con el que logró su independencia económica al tiempo que seguía construyendo su carrera como naturista. Pues 1679 publicó un libro, titulado La oruga, maravillosa transformación y extraña alimentación floral, producto de largos años de observación e investigación. Esta obra incluye imágenes preciosas y precisas del ciclo de vida de los insectos, mostrando su evolución desde larva hasta mariposa pasando por todas y cada una de sus etapas.
Pero además, también hizo trabajos importantes en botánica, y al año siguiente publicó su segundo libro ahora dedicado a las flores, cuyas ilustraciones fueron incluso tomadas como modelos para bordados y pinturas.
Sin embargo, su trabajo no quedó ahí, pues más tarde, a los 52 años de edad, se embarcó junto con una de sus hijas hacia la antigua Guayana Holandesa donde permaneció 2 años, con el fin de recolectar y cultivar especímenes de flora y fauna exóticas. Cabe mencionar que en esa época no era común ver a mujeres viajando sin la compañía de un hombre, mucho menos en pro de la ciencia.
Lo anterior le ha ganado un reconocimiento especial, no sólo por ser probablemente la única mujer europea de ese periodo en viajar de forma independiente, sino también por haberlo hecho sin un entrenamiento para realizar grandes exploraciones y por haber financiado su propia investigación por sí sola, aunque se sabe que el alcalde de Ámsterdam accedió a ayudarle con algunos gastos.
Luego de enfermar de malaria, María tuvo que regresar a Europa donde, tras recuperarse y en colaboración con su hija, plasmó los resultados de su viaje en un extraordinario libro titulado Metamorfosis de los insectos de Surinam; ésta fue su principal obra, se publicó simultáneamente en latín y holandés, y muy pronto se tradujo al francés. En sesenta ilustraciones, Merian detallaba el ciclo de vida de orugas, gusanos, polillas, mariposas, escarabajos, abejas y moscas.
El trabajo de Maria Sibylla Merian, como reconocen numerosos especialistas actuales, estuvo tan bien realizado, fue tan rico y novedoso, que durante mucho tiempo constituyó un referente fundamental en el campo de la Entomología.
Sus hijas siguieron sus pasos y continuaron las investigaciones de Maria, además de que publicaron el tercer volumen de su libro sobre entomología europea
Fuente: Mujeres con ciencia