Maradona: el genio imperfecto.

Alejandro Enríquez García | Opinión: Deportes

No tiene mucho que la partida de Diego Armando Maradona nos cayó como balde de agua fría a todos los amantes del futbol y también a los que solo ven a once correr atrás de un balón. Dicho hecho fue inesperado para muchos, pero si contemplado para otros, pues la vida de excesos de “El pelusa” era ya muy conocida por todos desde años atrás.

Lo increíble del asusto es la importancia que debe de tener cualquier atleta fuera de serie como Dieguito, como le decían sus amigos de Villa Fiorito. En cuanto a la madurez e inteligencia emocional, esto es algo que te puede ayudar a brillar, tanto dentro como fuera de las canchas, tan sólo recordemos a Pelé.

Un hecho importante que hay que reconocer de Maradona son las ganas de salir de la pobreza y ayudar a su familia. Puesto que, gracias a su esfuerzo, talento con la pelota, el amor por su patria y su pasión pudo realizar diversas metas en la vida como: ser campeón de la copa del mundo.

La mano de dios, en México 86, fue algo que todos recordaremos, porque quizá me atrevería a pensar seria su mejor actuación como futbolista profesional. Esos dos goles a Inglaterra no solo representaban la superioridad de la magia Sudamérica frente al orden y fuerza inglesa. Años más tarde Maradona declararía que el grito de gol de ese día no era de él, sino de los pibes que no pudieron regresar a casa.

En las últimas ediciones de la copa del Mundo, Maradona se convirtió en el abogado del diablo. Dado que, fue el crítico más grande de la selección de Argentina y no tuvo tapujos en hablar y analizar sus errores en los mundiales. Situación que le costo muy caro pues los dirigentes del balompié gaucho no se lo perdonarían.

Diego Armando Maradona se fue a los 60 años de edad, siendo un grande. Sus actuaciones con la selección, con el Napoli y con Boca Juniors, le alcanzaron para ser un líder de opinión. Un patriota incómodo por su forma de decir y hacer las cosas.