Los sabios de los sueños
El médico tradicional totonaco es una persona con un don especial que trae de nacimiento, que le permite desarrollar una gran intuición y una sensibilidad especial para detectar lo que el paciente tiene. Este don, que deviene del mundo sagrado, permite que este especialista sea un intermediario entre este mundo y el «mundo otro» donde habitan las divinidades como los dueños del Monte, en algunas ocasiones fusionados con santos católicos como San Ramón, quien es el Dueño de las plantas.
Esta facultad del médico tradicional, se manifiesta muchas veces desde el proceso iniciático y durante el aprendizaje de esta labor. El futuro curandero tiene algún sueño que le revela que tiene que curar, y que ese es el motivo de su enfermedad.
Generalmente, los sueños de enseñanza comienzan una vez que el médico indígena ha sido iniciado, ya sea por una ceremonia, o porque ya realice curaciones; en otros casos, los sueños de iniciación fueron a la vez sueños de enseñanza. El médico tradicional puede aprender el uso que tiene que darle a las plantas, cómo barrer con hierbas a las personas o realizar una limpia con huevo.
Cuando el médico indígena ya es reconocido por otros médicos indígenas y por su comunidad el tipo de los sueños cambia; pero no dejan de ser importantes para la labor del curandero. La labor del curandero tiene una connotación mágico – religiosa, mediante los sueños el curandero recibe el aviso de que debe realizar su ceremonia de Promesa, que es un ritual de purificación y fortalecimiento del curandero. Cabe señalar que, en algunos casos, los sueños significativos para el curandero se hacen menos frecuentes, por lo que reportan que «rara vez sueñan».
De ésto y más hablaremos en El Cezontle, éste sábado 26 de junio en punto de las 7:00 a.m. y su repetición a las 4 de tarde por RADIOMÁS, identidad con diversidad.