Los Rurales; banda cosmopolita

Xalapa, Veracruz; diciembre de 2014. Manuel Munguía Castillo.

Todos los pueblos del mundo comenzaron siendo rurales. La humanidad transcurrió la mayor parte de su vida en esa condición –apegada a la naturaleza–; pero sobrevino con los siglos la evolución que desembocó en la construcción de ciudades, primero pequeñas, después medianas y, finalmente, monstruosas.

Con las ciudades –de civitas, civitatis– nacieron las civilizaciones y con ellas la equívoca noción de que todo lo que permanecía fuera de sus límites era inferior, ajeno al progreso. La idea cundió hasta el extremo de filtrarse en muchos idiomas del mundo que –cada uno a su modo– distinguen ‘civilizado’ y ‘rural’, con carga meliorativa para el primer adjetivo y peyorativa para el segundo.

No obstante lo anterior, en todas las civilizaciones se han levantado voces que tratan de reivindicar el valor del ámbito rural y sus mantenedores. En nuestra literatura podemos recordar –como ejemplo– la Oda a la vida retirada, de Fray Luis de León, que al respecto dice: Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruïdo,/ y sigue la escondida/ senda, por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido…

“Huir del mundanal ruido…” Eso es lo que han logrado precisamente los integrantes de Los Rurales, banda que presentamos a su atenta consideración. Jóvenes procedentes de pueblos y ciudades de Oaxaca, Veracruz y Yucatán que, sin hacer diferencias ominosas y discriminatorias entre los entornos de los que son originarios –antes bien reconociendo y enalteciendo el valor de la diversidad– resuelven de manera creativa la posibilidad de producir, interpretar y compartir música para el mundo.

La dotación instrumental –preponderantemente alientos– mueve a la remembranza de agrupaciones que constituyen el alma de las ceremonias fundamentales de muchos pueblos, relacionadas con el nacimiento, la siembra, la liturgia religiosa, la boda, la bienvenida, la graduación, la despedida y la muerte, que también se acompaña con música; mientras que las aptitudes, la sólida formación teórica y práctica de los ejecutantes, su intuición, su apertura hacia nuevos horizontes, le dan a la banda el perfil cosmopolita que les permite llevar por todos los caminos, y al sitio indicado, viejas tonadas de sus respectivos terruños y composiciones que nos llegaron de otras latitudes, principalmente de Los Balcanes, donde hasta los montes ejecutan una fervorosa partitura.

Son muchos los escenarios donde Los Rurales se han presentado y muchos más donde habrán de presentarse. Europa es una meta de corto plazo para la banda; pero estamos seguros de que la calidad mostrada hasta hoy será pasaporte seguro para que lleguen a todos los continentes y compartan el deleite melódico, armónico y rítmico que también con creaciones propias han mostrado en varias partes de México.

Con el aliento de conocer a jóvenes artistas que estimulan la esperanza de mejore tiempos, dejo a Los Rurales mi constancia de mi admiración y respeto:

LOS RURALES

Unidos ahora están,

radiando sonora luz,

talentos de Veracruz,

de Oaxaca y Yucatán.

Por todos los rumbos van;

tocan sones inmortales

con percusiones, metales

e ímpetus juveniles

que auguran triunfos por miles

a la banda Los Rurales.