La bicicleta, símbolo de empoderamiento femenino
La bicicleta, un medio de transporte tan común que pasa desapercibido frente a nuestros ojos, en realidad es un invento antiquísimo y exitoso, con unos dos mil millones de usuarios en todo el mundo, ya sea como medio de transporte o actividad física. Tiene diversas ventajas, entre ellas, las cero emisiones de dióxido de carbono y el poco dinero que se invierte en ellas, pues no se gasta en combustible, sólo en mantenimiento.
Sus inicios se remontan al francés Pierre Lallement, un joven mecánico que había traído a los Estados Unidos una máquina inventada por él llamada velocípedo, una construcción con dos pedales que más tarde llamaríamos bicicleta. Su invención, que patentó poco después al principio no tenía cadenas, cambios o frenos, por lo cual, no atrajo a un público muy grande.
Sin embargo, el siguiente paso tecnológico funcionó lo suficiente para permitir que las mujeres en vestido se aventuraran a esta nuevo medio de transporte: fue una estructura con cadenas, ruedas del mismo tamaño y un cambio de velocidades gracias a los engranajes.
La bicicleta no sólo es barata y de fácil manutención, sino que se volvió un símbolo de empoderamiento femenino. Este aparato fue liberador para las mujeres, ya que necesitaban deshacerse de los corsés, las faldas reforzadas y usar ropa más confortable. Así lo demostró Angeline Allen, quien causó conmoción en 1893 por utilizar pantalones para andar en bicicleta a las afueras de Nueva York.
Según la historiadora Margaret Guroff, en realidad, la conmoción se originó por la vestimenta que portaba Allen y no tanto por la actividad que se encontraba realizando. Tres años después de este suceso Susan B. Anthony, activista por los derechos de la mujer durante gran parte del siglo XIX, declaró que la bicicleta había hecho “más por la emancipación de las mujeres que ninguna otra cosa en el mundo”.
Aún hoy día, la bicicleta sigue empoderando a las mujeres. En 2006, por ejemplo, el gobierno hindú del estado de Bihar introdujo una iniciativa cuyo objetivo era reducir la brecha de género en las inscripciones a las escuelas secundarias; esto, a partir de la provisión de bicicletas a las mujeres para que ellas pudieran seguir asistiendo a la escuela.
El programa fue exitoso, pues la inscripción de mujeres se incrementó un 30% y, según el reporte de resultados del International Growth Center, esto se debe a que la bicicleta redujo el tiempo de trayecto y aumentó la seguridad durante el mismo. Incluso, según el mismo reporte de resultados, el programa encontró que la bicicleta tuvo mejores resultados en comparación con programa que otorga becas a las mujeres, en cuanto a la asistencia escolar.
En Estados Unidos, por ejemplo, el uso de la bicicleta también arrojó resultados positivos, como lo demuestra la iniciativa de LeBron James, quien también otorgó de forma gratuita bicicletas a los alumnos de la escuela que él fundó, en su natal Ohio.
Y por si fuera poco, la bicicleta también impulsó una revolución manufacturera, así como una revolución social. Los fabricantes de bicicleta desarrollaron técnicas simples y fácilmente replicables para mantener los bajos costos de la producción masiva generalizada, sin sacrificar la calidad. Asimismo, desarrollaron neumáticos, engranajes diferenciales y frenos. Dichos componentes y las innovadoras técnicas fabricación fueron aprovechados posteriormente por fabricantes de autos, como Henry Ford. No es de extrañar que la fábrica Rover, responsables de la primera bicicleta segura, se convirtieran más tarde en una pieza importante dentro de la industria automotriz.
En Japón, la producción de la bicicleta impulsó a los nipones a dar sus primeros pasos para modernizar la industria, y, hasta la fecha, tan sólo en este país, hay 80 millones de ciclistas compartiendo espacio con una cantidad similar de autos.
Esto es debido a las facilidades que ofrece Japón respecto al uso de la bicicleta, incluyendo estacionamientos especializados para las bicicletas y un carril especial para las mismas. Dichas estrategias se han replicado en otros países, por lo que se espera que el uso de las bicicletas dé un paso adelante en torno a una nueva tecnología no contaminante y eficaz contra el tráfico.
Los vehículos impulsados por electricidad proliferan poco a poco, en busca de una movilidad tanto ecológica como económica. Wello Family, una empresa francesa, recientemente presentó su biclecleta/coche eléctrico en el CES de las Vegas 2020. Esta bicicleta, además de cargarse mediante enchufe, también incorpora paneles solares para ganar algo de autonomía.
Asimismo, el vehículo cuenta con suspensión y se inclina en las curvas, para hacer que sea más estable a altas velocidades. Cuenta con asiento para cargas adicionales o para un niño, según uno quiera utilizar, ya que Wello tiene una capacidad para transportar hasta 80 kg adicionales. También cuenta con un pequeño techo para proteger a los ocupantes de las inclemencias del tiempo o de algún accidente.
Ante nosotros se presenta un panorama infinito de posibilidades, como también lo demuestra Uber, la reconocida compañía de transporte, que se encuentra desarrollando bicicletas y scooters eléctricos con capacidad de conducción autónoma. Así, probablemente, veamos una reducción importante de la contaminación y el tráfico. ¡Súmate a esta nueva tendencia usando más seguido tu bicicleta!