Francesco Totti, un caballero y capitán digno de su equipo
Alejandro Enríquez | Deportes
Hola, ¿qué tal amigos lectores?, espero que estén muy bien y que este espacio dedicado a la reflexión deportiva sea de su agrado y los ayude a relajar ante la pandemia mundial por la que estamos pasando. Con tanto tiempo en nuestros hogares, y hace un par de meses cuando todos los deportes profesionales estaban parados, sin ningún tipo de actividad, teníamos la oportunidad de ver retransmisiones de juegos clásicos, memorables, épicos y de campeonato. Al hacer esto, pude escuchar nombres de jugadores que hoy en día ya no se encuentran en esta profesión, quienes desde niños iban a la “escuelita” de futbol de su equipo favorito y con trabajo, entrega y dedicación llegaron a debutar en ese equipo.
El mercado internacional de jugadores de Europa no se queda atrás, ya ha habido ocasiones en las que miembros han jurado amor eterno al club que los vio nacer y de un momento a otro se van. Por ejemplo, la noticia de Messi nos atrapó cuando mencionó que dejaba al Barcelona. De la misma manera, el portugués Cristiano Ronaldo juró darle “fidelidad” al Sporting de Lisboa y los abandonó. Lo mismo hizo con el Manchester United de la Liga Inglesa. Sin embargo, llegó otro equipo que roba reflectores a nivel internacional y se fue jurándole amor, Real Madrid, cuando dejó de ser la sensación y olvidó su promesa, migró a Italia con la Juventus de Turín, pero al no ganar nada ahí regresó al Manchester United.
El punto de toda esta larga introducción, es que hoy en día ya no hay jugadores icónicos, se tatúan el nombre del club, pero en el corazón y en el alma llevan lo económico sobre lo deportivo. Hoy lo que les importa es su contrato y si van a jugar de titulares, el número que usarán y si serán capitanes del once. Lo que importa más es saber si serás igual o más famoso con tu equipo anterior. Ya no se trata de darlo todo en la cancha y ganar porque por eso te pagan y por hacer lo que tanto te gusta y amas que es jugar al futbol.
Un ejemplo que puede ser el italiano Francesco Totti, delantero que debutó como profesional hasta el día de su retiro. Un jugador que cuando grandes clubes internacionales querían contratarlo y tentarlo económicamente, él solo decía que no podía dejar la playera 10 de la Roma, ni el gafete de capitán porque lo iban a enterrar en Roma, que antes de dejar al club que le dio la oportunidad de ser y crecer, dejaba el futbol profesional. Solo vistió otra playera y esa fue la de la selección de Italia, pero como jugador lo ganó todo con su amado equipo: la serie A en el 2017, la copa Italia en el 2017, la Europa league en el 2017, la Champions League en el 2016 y la International Champions Cup en el 2015.
Me parece que no hay mejor ejemplo que él para el tema del día de hoy, eso es ser un caballero y un capitán en el mundo del futbol, deporte que actualmente carece de valores universales y que jugadores van y vienen sin tener el privilegio de formar un hogar una hermandad en un club y tener una gran familia como son las aficiones de los equipos profesionales.
Un caso casi similar al de Totti es el de Raúl, el delantero español del Real Madrid que al tener una baja de juego por lo propio de la edad pues ya no era ese chaval de casi 20 años, el presidente del equipo Florentino Pérez decidió venderlo al Shakhtar 04 del futbol Alemán, donde fue imposible en la recta final de su carrera crear un nexo tan grande como el de Totti en la Roma.
Espero que este tema haya sido de su agrado y que tengamos la oportunidad de seguir leyéndonos la próxima semana.