¿Feliz Día de las Madres? la carga excesiva de las mujeres en el hogar.
La mala distribución de las tareas del hogar es histórica, sin embargo, durante estas semanas se ha exhibido la radical diferencia.
Una consecuencia del aislamiento social para quienes son madres es la sobrecarga de trabajo, pues en sus hogares desempeñan más de un rol a la vez: cuidan de los hijos, hacen los quehaceres domésticos y atienden sus actividades laborales, afirmaron académicas de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), de la UNAM.
Tras aclarar que la emergencia sanitaria afecta la cotidianidad de todos los sectores de la población, Iliana Noemí Palafox Luévano y Guadalupe Cañongo León señalaron que este Día de las Madres será distinto, pues además del encierro, ellas viven una situación compleja que el confinamiento ha detonado.
Por estos días vemos cómo el tiempo se nos va de las manos, aún cuando no tenemos que desplazarnos a nuestros trabajos durante largos minutos. El día no alcanza para todas las labores a realizar en casa: limpiar, ordenar, cocinar, asistir las tareas, educar, contener y, además, trabajar, lo que puede provocarles una sensación de saturación.
Las universitarias refirieron que, de acuerdo con estudios de El Colegio de México, en circunstancias normales (no de confinamiento) las mujeres desempeñan en el hogar 39 horas de trabajo no remunerado a la semana, y los hombres 13 horas.
Nuestra condición de género nos coloca en una posición de triple jornada, pues debemos estar pendientes del plano laboral sin dejar de lado tareas que socialmente se nos han atribuido, como las domésticas y el cuidado de los hijos, incluso de la pareja y los padres.
Al respecto, Palafox Luévano subrayó que esta circunstancia es desgastante para las mujeres y genera un impacto negativo en su bienestar físico y emocional. Debido a los roles y estereotipos de género, las madres dejan de lado sus propias necesidades, lo que podría representar un factor de riesgo para su salud física y mental, al presentar ansiedad, estrés, insomnio y agotamiento.
Los riesgos no sólo son a corto plazo. Debe existir un estándar mínimo para el resguardo de tiempo personal. Hoy, un 53% de las mujeres tiene pobreza de tiempo.
La mala distribución de las labores no es más que un histórico contrato sexual de una relación heterosexual en la que el varón es el proveedor y la mujer la encargada del cuidado. Hace décadas que el contrato es insostenible, puesto que muchas ya no cumplen sólo ese rol, sino que también son las encargadas de llevar sustento económico a la casa.
“Es momento para que la familia aprenda a distribuir el trabajo doméstico y de cuidados de manera equitativa, crear espacios colaborativos y un hogar más igualitario, que vaya más allá de la cuarentena”, reiteró.
Cañongo León destacó que generar una rutina para organizarse al interior del hogar y mantener ocupados a todos los integrantes de la familia evita el estrés. “Todos deben contribuir en estas tareas e irlas rolando para evitar cansancio emocional”.
La proactividad es la clave. Alivianar la carga puede ser tan sencillo como hacer tu cama, lavar los platos, pasar la escoba. Aún mejor puede ser la idea de repartir labores de manera explícita: disponer de un calendario o pizarra donde se especifique qué le toca a cada integrante. Los hombres no están eximidos del aseo, el orden, la cocina o la formación educacional de los menores; los niños y niñas establecen excelentes hábitos con esta medida, formándose como personas empáticas, responsables y respetuosas con la integridad de los humanos con los que se convive.
“La maternidad trae cosas positivas y hace que las mujeres se empoderen, pero el gran reto sigue siendo lograr un equilibrio entre los roles laborales con el de ser mamá. Debemos aprender a relajarnos y a no ser tan severas con nosotras mismas; lo mejor que podemos enseñarle a nuestros hijos es disfrutar la vida y que den lo mejor sí”.
La pandemia de coronavirus transformará completamente la celebración a las madres mexicanas este año. Este Día de las Madres sin importar la distancia, el mejor regalo es decir gracias, sobre todo si se piensa en todo el esfuerzo que implica ser mamá y re pensar nuestras tareas diarias para hacer equipo en familia. ¿No crees que ese podría ser un mejor regalo?.
#QuédateEnCasa.