El traje tradicional indígena
Muchos siglos antes de la conquista española el arte textil de México alcanzó un alto desarrollo. Sus técnicas complicadas y los bellos motivos estilizados que lo decoraban, dejaron una rica tradición que, aunque no desapareció totalmente con la llegada de los españoles, poco a poco fueron sustituidas por telas y decoraciones de tipo europeo.
Sin embargo en las comunidades indígenas menos afectadas por el mestizaje cultural se ha conservado hasta nuestros días, de generación en generación, una buena parte de esa maravillosa artesanía. El aislamiento en que han vivido muchos grupos indígenas durante varios siglos y el desprecio que su cultura ha padecido hasta tiempos recientes, han ocasionado que sus trajes sean poco conocidos y poco apreciada su calidad artística.
Las costumbres y los trajes indígenas están desapareciendo con celeridad, a medida que la civilización occidental llega a los rincones más apartados de México. Pronto las mujeres ya no tejerán, acurrucadas en el suelo apisonado de sus chozas, sus maravillosas telas; los significativos bordados tradicionales que van siendo sustituidos por dibujos de los cuadernos que pueden adquirirse por pocos centavos en cualquier mercado.
Para sus vestidos, la gente del pueblo empleaba en los tiempos prehispánicos, el ixtle (hilo de maguey o agave), las fibras de palma silvestre (izcotl) y el algodón.
Después de la conquista se siguió usando la fibra del agave entre los mayas de Yucatán, los huastecos, los nahuas, algunos pueblos zapotecos y sobre todo los otomíes que parecen haber tenido una especie de monopolio de esta fibra ya que las telas de ixtle eran el principal objeto de sus trueques con los chichimecas.
Desde hace décadas el ixtle se usa casi exclusivamente para tejer costales y ayates. El algodón ha seguido utilizándose en todas partes y en dos variedades: una de color blanco y otra de color pardo llamado coyuche.
Los españoles introdujeron la lana. En las regiones de tierra fría, muchas familias poseen rebaños de ovejas, de las que obtienen el material necesario para confeccionar sarapes y faldas. La lana casera o comercial se emplea para quechquémeles, bolsas, fajas, cinturones, rebozos, ciertos huipiles y también para bordar. Los conquistadores introdujeron también la cría del gusano de seda. La seda se usó sobre todo para tejer damascos, rasos, terciopelos y rebozos. Hay que señalar que actualmente las comunidades indígenas usan seda artificial para sus bordados, y ya empiezan a confeccionar huipiles y quechquémeles con artisela. (CDI)
De éste y otros temas hablaremos en El Cenzontle, este sábado 4 de julio en punto de las 7:00 a.m y su repetición a las 4:00 p.m. por RADIOMÁS, identidad con diversidad.