El ajolote mexicano, una criatura súper dotada
Hola lectores de La Chicharra, soy Tsanay Elisa y en esta ocasión les hablaré sobre un anfibio que me gusta mucho: el ajolote.
Pero primero les contaré rápidamente sobre los anfibios. Los anfibios son animales que durante su ciclo de vida pueden vivir en el agua y en la tierra. En estado larvario, respiran por branquias y cuando son adultos lo hacen con pulmones y algunos ¡a través de la piel!
Entre los anfibios se encuentran las ranas, los sapos, las cecilias y las salamandras y en este último orden están los Ajolotes.
La palabra ajolote proviene del náhuatl “Atl xolot” que significa monstruo de agua, aunque yo no entiendo por qué, si son hermosos ¡pareciera que siempre están sonriendo! Para los antiguos mexicas, el Dios Xolotl, era el hermano mellizo de Quetzalcoatl, que había nacido un poco feo y tras huir de la muerte se transformó en ajolote.
En varios lugares de México como Pátzcuaro, Alchichica o Xochilmilco viven ajolotes que son endémicos de cada lugar, es decir que solo se pueden encontrar en ese sitio, por ejemplo, el ajolote mexicano que vive en Xochimilco.
Los ajolotes en realidad son larvas de salamandra, pero pueden quedarse en ese estado durante toda su vida, tiene una aleta parecida a la de los renacuajos que se llama peine y tres pares de branquias a los costados de la cabeza, como coletitas, que los hace lucir muy lindos. Las branquias las usan para respirar, pero también tienen pulmones.
Los ajolotes tienen una característica muy impresionante, que consiste en su capacidad de regenerar partes de su cuerpo, lo que ha llamado la atención de científicos de todo el mundo; además la presencia de ajolotes en lagos, lagunas o canales indica, que el agua no está tan contaminada.
Actualmente existen programas de conservación de los ajolotes, sin embargo, la tala inmoderada, la contaminación del agua y las especies invasoras, han contribuido de forma alarmante, en la disminución del habitad de estos bellos animales.
Te invito a que conozcas más sobre los anfibios y el ajolote, visitando las páginas que consulté para esta investigación: CONABIO, Festixal de Anfibios, Acuario Michin y el artículo de la maestra Aída J. Ortega Cambranis, disponible en la página México Ambiental.
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