Diálogo entre tres: ciencia, paz y desarrollo
Aida Pozos Villanueva para el programa El Show de la Tierra
La ciencia es un elemento de desarrollo y de paz, sin duda unas de las principales cualidades de esa herramienta del ser humano que nos lleva a comprender el mundo, pero también a aplicar los avances científicos para hallar soluciones a los desafíos presentes y, si no fuera suficiente, a jugar un papel importante en la construcción de la paz al fomentar la cooperación para alcanzar el desarrollo sostenible futuro.
Este 10 de noviembre, Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, se promueve que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades más sostenibles, al tiempo que se favorezca la comprensión sobre la fragilidad del planeta. Esa es nuestra labor acercar la ciencia a ustedes y llevarlos a reflexionar sobre la necesidad de abrirse en un diálogo científico muy necesario y promover la ciencia accesible a la sociedad.
Para alcanzar el desarrollo sostenible el proceso científico debe ser inclusivo y los resultados científicos estar cercanos y disponibles para todos, y para ello es importante el diálogo, esa forma de comunicación humana necesaria para debatir sobre los temas que nos afectan o competen.
La doctora Silvia del Amo Rodríguez, anotó que, el diálogo es una herramienta social útil para construir nuevo conocimiento en forma participativa, mediante el intercambio de ideas y sentires. Resulta paradójico que uno de los problemas que ha provocado la crisis planetaria, en plena era de la información, se refiera a la ausencia de diálogo. Dicha ausencia ocurre entre personas, entre grupos de personas, entre países, en las grandes reuniones y en las grandes cumbres internacionales; especialmente en estas últimas, que provocan mucho ruido con sus “acuerdos”, aunque no se cumplan, nos preguntamos: ¿se promueve en ellas el diálogo verdadero?
La doctora Del Amo, quien laboró en el Centro de Ecoalfabetización y Diálogo de Saberes de la UV, escribió que para que exista verdadera comunidad, en el sentido de comunión, de estar en el mismo canal, de acometer un propósito común, de llegar a un acuerdo en algo, de compartir, o simplemente de estar y acompañar al otro, es necesario que el hombre se comunique de persona a persona. La comunicación entre los hombres debe ser primero interpersonal y luego colectiva, es decir, en correspondencia con los demás, y eso significa salir del aislamiento, establecer una vinculación con el otro. Asunto un tanto difícil en estos tiempos de pandemia.
Ella reflexionó que el desarrollo humano ha llevado al hombre a ser más o menos eficiente en su relación con las cosas, dominándolas, utilizándolas y transformándolas. Se trata de una relación sujeto-objeto (hombre-cosa) frente a la cual, paradójicamente, la relación sujeto-sujeto ha sido descuidada, o bien no ha sido exitosa, pues el respeto y la dignidad, dos elementos fundamentales para establecer diálogo, se han desgastado con el tiempo. Dominar, utilizar y transformar son acciones que han subyugado el talante del humano, quien ha olvidado que dialogar es compartir y el acto de compartir implica un compromiso, no se trata simplemente de conversar.
Mediante el diálogo se establecen, además, otro tipo de relaciones que van más allá del lenguaje: hay percepción, hay comprensión, hay entendimiento con el otro y, lo más importante, hay aprendizaje.
En este sentido el diálogo es una herramienta social útil para llevarnos, con ayuda de la ciencia, a un desarrollo sostenible y a la construcción de la paz mundial.
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