Día Internacional de los Niños de la Calle: Luchando por un Futuro Digno
Cada año, el 12 de abril, el mundo se une para reconocer el Día Internacional de los Niños de la Calle, una fecha que busca arrojar luz sobre una realidad dolorosa pero presente en nuestras sociedades: la situación de millones de niños que enfrentan la dura realidad de vivir en las calles, donde sus derechos fundamentales son vulnerados. Según los informes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), existen 100 millones de niños abandonados en todo el mundo, de los cuales 40 millones pertenecen a América Latina. Estos niños, con edades comprendidas entre los 10 y 14 años, se ven condenados a intentar sobrevivir en un entorno hostil, donde la calle se convierte en su único hogar.
Es importante entender que el término «niños de la calle» abarca una diversidad de realidades. No todos están completamente abandonados, ni todos viven exclusivamente en la calle. UNICEF hace una distinción crucial entre dos grupos:
- Niñez «en» la calle: Este es el grupo más grande. Aunque trabajan en las calles, mantienen lazos cercanos con sus familias. La mayoría de ellos (aproximadamente el 75%) conserva esos vínculos familiares y, a pesar de pasar mucho tiempo lejos de sus hogares, sienten que tienen un lugar al que pertenecen.
- Niñas y niños «de» la calle: Representan aproximadamente el 25% y tienen vínculos familiares rotos o inexistentes debido a la inestabilidad o desestructuración en sus familias. En algunos casos, han sido abandonados, mientras que en otros han decidido irse por sí mismos. Para ellos, la calle es el único lugar donde pueden comer, dormir, trabajar y relacionarse, luchando solos por sus vidas.
En la sociedad contemporánea, donde los principios de igualdad y justicia deben prevalecer, es inaceptable que millones de niños vivan desprotegidos y enfrenten los peligros físicos, psicológicos y espirituales de la calle. Es esencial un compromiso conjunto de todas las instituciones y personas de la sociedad para transformar esta realidad desgarradora en una oportunidad de vida digna para estos niños.
Todos los niños, sin importar su origen o situación, tienen derechos inalienables que deben ser respetados y protegidos. Estos derechos incluyen el derecho a la vida, la educación, la alimentación, la protección, la identidad, el juego, la libre expresión y la familia.
En este contexto, es alentador ver cómo diferentes entidades y organizaciones, como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se comprometen a brindar ayuda y apoyo a través de proyectos como el Servicio de Educadores de Calle (SEC). Estos esfuerzos, en colaboración con programas gubernamentales como el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF), ofrecen alimentos y útiles escolares, facilitando así la integración de niños y adolescentes en situación de calle a la sociedad.
En este Día Internacional de los Niños de la Calle, hagamos un llamado a la acción. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para garantizar que cada niño, sin importar su situación, tenga la oportunidad de crecer en un entorno seguro y amoroso, donde sus derechos sean respetados y sus sueños puedan hacerse realidad. Juntos, podemos marcar la diferencia y construir un futuro más justo y esperanzador para todos los niños del mundo.