Día Internacional de la Conservación del Suelo
El Día Internacional de la Conservación del Suelo se celebra el 7 de julio de cada año y tiene como objetivo aumentar la importancia vital del suelo y promover su conservación y manejo sostenible. Se eligió este día en particular, en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos o como el mismo lo decía:
«La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas».
Importancia de la conservación del suelo
La conservación del suelo es fundamental debido a su importancia para el funcionamiento de los ecosistemas y la sustentabilidad de la vida en la tierra. La producción de alimentos en el suelo es la base por el cual se cultivan cultivos y se cría ganado. La conservación del suelo garantiza que los suelos sean fértiles y saludables, lo que contribuye a una a una agricultura sostenible y a la seguridad alimentaria. El suelo alberga una cantidad de nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas. Actúa como un reservorio de minerales esenciales y nutrientes orgánicos que son liberados gradualmente para el beneficio de las plantas. Sin embargo, el suelo tiene una función vital en el ciclo del agua. Actúa como una esponja, filtrando y almacenando agua, y liberándola gradualmente para abastecer arroyos, ríos y acuíferos subterráneos. La conservación del suelo ayuda a mantener la calidad y disponibilidad del agua, previene la erosión y la escorrentía excesiva, y reduce el riesgo de inundaciones y sequias. Por otro lado, el suelo es el hogar de una gran diversidad de organismos, desde microorganismos e insectos hasta lombrices y pequeños mamíferos. Estos organismos desempeñan un papel crucial en la descomposición de la materia orgánica, la formación del suelo y la mejora de su fertilidad. A pesar de que los suelos saludables pueden actuar como sumideros de carbono, almacenando grandes cantidades de carbono orgánico, la conservación del suelo ayuda a prevenir la degradación y la perdida de carbono del suelo, lo que contribuye a mitigar a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Causas de la degradación del suelo
La degradación del suelo es un proceso complejo que puede ser causado por múltiples factores, a continuación, te presentamos algunas de las causas más comunes:
- Erosión: es una de las principales causas de degradación puede ser causada por el viento o el agua y ocurre cuando la capa fértil de suelo es arrastrada o desplazada, dejando expuestas las capas menos productivas del suelo.
- Prácticas agrícolas: la agricultura intensa, el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos, la falta de rotación de cultivos y la labranza intensa pueden agotar los nutrientes del suelo.
- Deforestación: la tala masiva de árboles para la expansión agrícola, la obtención de madera y la urbanización causa la eliminación de la cubierta vegetal protectora.
- Contaminación: la contaminación del suelo con sustancias toxicas, como productos químicos industriales, desechos agrícolas y residuos urbanos, puede afectar negativamente la calidad del suelo
- Sobrepastoreo: el pastoreo excesivo de animales en una determinada área puede provocar la compactación del suelo y la eliminación de la cubierta vegetal.
- Cambio climático: los cambios en los patrones climáticos, como la sequía, y las lluvias, pueden aumentar la susceptibilidad del suelo a la degradación.
En este día se organizan diversas actividades, como conferencias, seminarios, talleres y campañas de sensibilización para educar a la comunidad sobre la importancia de proteger y conservar el suelo. También se fomenta la participación de las personas en la implementación de practicas sostenibles y se destacan los logros y desafíos en la conservación del suelo a nivel local, nacional e internacional.
El Dia Internacional de la Conservación del Suelo nos recuerda que cuidar y preservar este recurso vital es fundamental para garantizar la salud de nuestro planeta y las generaciones futuras.