Día de Muertos
Desde finales de octubre y principios de noviembre México se llena de altares, catrinas y ofrendas en las que los muertos son bienvenidos y venerados. El Dia de Muertos, una de las festividades más importantes del país, tiene su origen hace más de 500 años, en la unión de tradiciones de la cultura prehispánica con la católica. En ella se celebra el retorno transitorio a la Tierra de los familiares y seres queridos fallecidos, quienes cruzan el Mictlán para estar con los mortales.
Los orígenes
El origen de esta tradición proviene de esta conmemoración que los indígenas realizaban en tiempos prehispánicos junto a la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles. Los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios, adoptaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz.
De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a todos los santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los fieles difuntos, a los adultos.
Tradiciones comunes
Aunque cada región mexicana tiene sus propias tradiciones, todas tienen rasgos en común. Una de las más importantes es la colocación de altares. En ellos no faltan los pétalos de cempasúchil, las velas y comida como el pan de muerto, hecho a base de maíz y otros vegetales y muy típico en las ceremonias y festividades prehispánicas. Actualmente, este pan se elabora con harina de trigo, azúcar, huevo, levadura y se adorna con figura de huesos cruzados a la que se le espolvorea azúcar.
En los altares también está presente el copal, una resina aromática cuyo humo se considera alimento de las divinidades celestes, así como objetos artesanales, y los manjares favoritos del difunto, concretamente fruta, papel picado, siete platos con mole negro, con siete montones de tortillas para los muertos, piezas de pollo o guajolote cocido, tamales, café y chocolate caliente, un incensario como tecolcaxit, agua bendita, la imagen del santo más importantes y la imagen de los difuntos.
Otra de las características comunes es el adorno de las tumbas y los cementerios, que se llenan de flores y velas para honrar a los muertos. Es habitual que las familias coloquen ofrendas a lo largo del camino que va dese su casa hasta el cementerio.
Las claveritas literarias
Las claveritas literarias son escritos en verso. Comenzaron a escribirse durante el siglo XIX y se volvieron muy populares en el siglo XX. Estas son hechas con el fin de hablar sobre la muerte con un buen sentido de del humor. Usualmente, las dedicamos a personas allegadas, aunque también se utilizan con temáticas sociales e históricas.