Aletta Jacobs, la mujer que impulsó el uso de los anticonceptivos
La holandesa Aletta Jacobs fue una de las primeras doctoras en medicina y promotora de la anticoncepción femenina de la historia. Férrea luchadora por lo derechos reproductivos, Jacobs también fundó la Asociación Holandesa para el Sufragio de la Mujer y se organizó para promover la igualdad de género.
Hija de Anna de Jongh y Abraham Jacobs -octava de doce hermanos en una familia judía- Aletta desde pequeña acompañó a su padre médico a las consultas rurales, conociendo así el ejercicio de la carrera desde la relación con los pacientes. Aunque en 1870 en su pueblo ninguna mujer había hecho estudios secundarios, ella se certificó como ayudante de farmacia y escribió al Ministro de Educación holandés solicitando permiso para estudiar en la Universidad de Groninga.
Siendo estudiante nació su interés por promover los derechos femeninos; en 1878 Jacobs se convirtió en la primera en titularse de médica y un año después, la primera en obtener un doctorado. Al terminar sus estudios, con 25 años, pasó una temporada en Londres, donde comenzó a reunirse con feministas que promovían el control de la natalidad y el sufragio universal.Cuando regresó a Holanda su mentalidad había evolucionado. Entendió que los varones no sólo hacían las leyes, también se reservaban otros privilegios perpetuando la subordinación de las mujeres.
En aquel entonces tomó conciencia del poco conocimiento que tenía la clase obrera sobre medidas básicas de reproducción e higiene, por lo que decidió abrir una clínica gratuita para asistir a personas de bajos recursos. Trabajó para mejorar y perfeccionar el diafragma y lo distribuyó a muchas de sus pacientes. Aletta fue pionera en promover la planificación familiar. Su activismo creció en esos años. En 1884 fundó la Asociación Holandesa para el Sufragio de la Mujer, poco después que no le permitieran votar en unas elecciones locales, e hizo alianzas con jóvenes sufragistas de otros países europeos para realizar giras internacionales promoviendo la igualdad. La lucha dio frutos cuando en 1919 se aprobó en los Países Bajos el derecho a votar de las mujeres.