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Felipe Villanueva, el poeta del piano.

Hola amigas y amigos de ”La Chicharra” les saluda su amiga Alexa
Romero, hoy les traigo una capsula sobre Felipe Villanueva…
Fue violinista, pianista y compositor mexicano, se le considera como
uno de los compositores más representativos del porfiriato y una de
las figuras más conocidas del romanticismo musical mexicano. Fue
autor de innumerables mazurcas, polkas, danzas y vals.


Felipe de Jesús Villanueva Gutiérrez nació un 5 de febrero de 1862 en
Tecámac, Estado de México.


Desde pequeño se inició en la composición, a la edad de 10 años
escribió Retrato al cura Hidalgo para piano y voces, subtitulada
Cantata patriótica. Un año después dedicó a sus padres una mazurca
para piano El último adiós o La despedida, con motivo de su ingreso al
Conservatorio Nacional de Música en 1873.


A los 14 años ingresó como violinista a la Orquesta del Teatro Hidalgo.
Sin embargo destacó como maestro de piano.


En 1887, Villanueva junto con otros 5 compositores conformaron el
llamado Grupo de los Seis, quienes fundaron el Instituto Musical, esta
academia transformó el aprendizaje musical de México con una
contribución fundamental de Villanueva.


El genio de Felipe Villanueva quedó plasmado en medio centenar de
composiciones.


Villanueva falleció el 28 de mayo de 1893 en la ciudad de México a la
edad de 31 años, debido a una neumonía. Sus restos se encuentran
en la rotonda de las personas ilustres.


Una de sus últimas creaciones fue la ópera keofar la cual no concluyó,
pero sus amigos terminaron de instrumentarla y fue estrenada el 29 de
julio del mismo año en el Teatro Principal como homenaje póstumo.
El profesor José Ovando Ramírez en su libro Felipe Villanueva
Gutiérrez, su época, su vida, su obra, hace referencia a Felipe
Villanueva como uno de los destacados precursores del nacionalismo
musical mexicano del siglo XIX.

Bueno chicharras y chicharros esto es todo por el día de hoy, se
despide su amiga Alexa Romero sigamos con las recomendaciones
que emiten las autoridades, ya falta poco, ¡ánimo!.